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Este blog encuentra su propósito en El Libro, la Experiencia y el Camino.

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Sin la experiencia todo es dudoso, con la experiencia de la Fuerza tenemos evidencias profundas

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...y no necesitamos de la fe para reconocer lo Sagrado.

 


Comentarios referidos a la oración o el pedido 

¿Han observado qué sucede cuando uno ora, cuando uno reza, cuando uno pide? Suceden muchas cosas. Pero antes de esto. ¿Por qué uno ora, o por qué uno pide, o por qué uno reza? ¿Solamente por la educación, que en algunos es cristiana, en otros es mahometana, en otros es judía, etc.?
¿Solamente por eso o porque existe en el hombre un mecanismo interno de pedido? ¿Acaso no hay gente de extracción atea que de todas maneras quiere que sus deseos se cumplan? ¿Gente que apela a conjuros, gente que apela a la superchería, a la pata de conejo, a lo que les guste, para que sus deseos se cumplan? Claro que eso no lo hacen invocando a ningún Dios, este mecanismo de pedido está en la raíz de la conciencia humana…

… Si ustedes imaginan a Dios muy por encima, a un Dios muy grande manejando todo el Universo e imaginan al hombre pequeño en relación con este Dios, van a ver cómo todo el cuerpo tiende a desaparecer, tiende a achicarse, tiende a contraerse. En la medida en que Dios se agranda yo disminuyo. Sería un atrevimiento muy grande hacer un pedido a Dios poniéndome a su altura. Nadie puede tentar a Dios de ese modo. Dios va a conceder a mi humilde plegaria cuanto más humilde sea….
 …imaginemos ahora que mi padre está enfermo (siento gran afecto por mi padre), mi padre está hospitalizado, yo deseo que mi padre se recupere. Como no tengo en las manos muchas posibilidades apelo a Dios. Necesariamente trato de conectarme con Dios del modo que hemos dicho. Empiezo a trabajar con la imagen de Dios para hacer el pedido y descubro al poco tiempo que me olvidé de mi padre y que quedé conectado con Dios. De tal manera que mi relación horizontal, la que existía básicamente con mi padre, aquella que me hacía lanzar un pedido, ha sido escamoteada por una relación de tipo vertical. Resulta que ahora mi padre ha desaparecido y ahora lo que ha aparecido soberanamente es la imagen de Dios y la relación vertical de Él conmigo.

Cuando nosotros hablábamos de "oración" no apelábamos a ninguna divinidad externa, la considerábamos en su sentido psicológico, la considerábamos como una necesidad en el hombre, necesidad a la cual respondemos. Nosotros no negamos ni afirmamos la inmensidad de lo divino. Nosotros estamos hablando de la necesidad psicológica del hombre en determinadas circunstancias de su vida que lo llevan a orar.
Cuando en el hombre surge la necesidad de orar, esta necesidad puede ser canalizada adecuadamente. No estamos hablando de una beatería en donde uno tenga que ponerse a orar para que las cosas le salgan bien. Estamos hablando de que en determinadas circunstancias de la propia vida, surge la necesidad de la oración, o la necesidad del pedido.
Cuando el hombre se siente muy solo y cuando el hombre se siente en encrucijadas, y no sabe cómo resolver tales situaciones, siente la necesidad de orar. En esos casos, nosotros decimos: es interesante la oración en la medida en que sea un acto de bondad interna, un acto de reconciliación consigo mismo y un acto de unidad consigo mismo.
Si mi padre está enfermo en el hospital y yo deseo su recuperación, surge en mí la necesidad de orar. Pero si yo me vuelco sobre mi mismo en un acto íntimo de bondad y de amor hacia mi padre y refiero la imagen de mi padre recuperándose, la relación que se establece entre él y yo no se pierde psicológicamente. Como estoy referido a él, todo mi cuerpo tiende a él y es mucho más probable que yo luego me preocupe por si le faltan medicinas o por si consigo antibióticos, o por algo que pueda hacer por él, antes que dejarlo referido a la divinidad que me hace olvidarlo.

Cuando nosotros entonces hablamos de oración, hablamos de oración interna que da unidad psicológica y que se refiere a aquello que tiene que ver con la vida cotidiana.

(Silo 1974)

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