1


Este blog encuentra su propósito en El Libro, la Experiencia y el Camino.

2

Sin la experiencia todo es dudoso, con la experiencia de la Fuerza tenemos evidencias profundas

3

...y no necesitamos de la fe para reconocer lo Sagrado.

 


Comentarios referidos a la oración o el pedido 

¿Han observado qué sucede cuando uno ora, cuando uno reza, cuando uno pide? Suceden muchas cosas. Pero antes de esto. ¿Por qué uno ora, o por qué uno pide, o por qué uno reza? ¿Solamente por la educación, que en algunos es cristiana, en otros es mahometana, en otros es judía, etc.?
¿Solamente por eso o porque existe en el hombre un mecanismo interno de pedido? ¿Acaso no hay gente de extracción atea que de todas maneras quiere que sus deseos se cumplan? ¿Gente que apela a conjuros, gente que apela a la superchería, a la pata de conejo, a lo que les guste, para que sus deseos se cumplan? Claro que eso no lo hacen invocando a ningún Dios, este mecanismo de pedido está en la raíz de la conciencia humana…

… Si ustedes imaginan a Dios muy por encima, a un Dios muy grande manejando todo el Universo e imaginan al hombre pequeño en relación con este Dios, van a ver cómo todo el cuerpo tiende a desaparecer, tiende a achicarse, tiende a contraerse. En la medida en que Dios se agranda yo disminuyo. Sería un atrevimiento muy grande hacer un pedido a Dios poniéndome a su altura. Nadie puede tentar a Dios de ese modo. Dios va a conceder a mi humilde plegaria cuanto más humilde sea….
 …imaginemos ahora que mi padre está enfermo (siento gran afecto por mi padre), mi padre está hospitalizado, yo deseo que mi padre se recupere. Como no tengo en las manos muchas posibilidades apelo a Dios. Necesariamente trato de conectarme con Dios del modo que hemos dicho. Empiezo a trabajar con la imagen de Dios para hacer el pedido y descubro al poco tiempo que me olvidé de mi padre y que quedé conectado con Dios. De tal manera que mi relación horizontal, la que existía básicamente con mi padre, aquella que me hacía lanzar un pedido, ha sido escamoteada por una relación de tipo vertical. Resulta que ahora mi padre ha desaparecido y ahora lo que ha aparecido soberanamente es la imagen de Dios y la relación vertical de Él conmigo.

Cuando nosotros hablábamos de "oración" no apelábamos a ninguna divinidad externa, la considerábamos en su sentido psicológico, la considerábamos como una necesidad en el hombre, necesidad a la cual respondemos. Nosotros no negamos ni afirmamos la inmensidad de lo divino. Nosotros estamos hablando de la necesidad psicológica del hombre en determinadas circunstancias de su vida que lo llevan a orar.
Cuando en el hombre surge la necesidad de orar, esta necesidad puede ser canalizada adecuadamente. No estamos hablando de una beatería en donde uno tenga que ponerse a orar para que las cosas le salgan bien. Estamos hablando de que en determinadas circunstancias de la propia vida, surge la necesidad de la oración, o la necesidad del pedido.
Cuando el hombre se siente muy solo y cuando el hombre se siente en encrucijadas, y no sabe cómo resolver tales situaciones, siente la necesidad de orar. En esos casos, nosotros decimos: es interesante la oración en la medida en que sea un acto de bondad interna, un acto de reconciliación consigo mismo y un acto de unidad consigo mismo.
Si mi padre está enfermo en el hospital y yo deseo su recuperación, surge en mí la necesidad de orar. Pero si yo me vuelco sobre mi mismo en un acto íntimo de bondad y de amor hacia mi padre y refiero la imagen de mi padre recuperándose, la relación que se establece entre él y yo no se pierde psicológicamente. Como estoy referido a él, todo mi cuerpo tiende a él y es mucho más probable que yo luego me preocupe por si le faltan medicinas o por si consigo antibióticos, o por algo que pueda hacer por él, antes que dejarlo referido a la divinidad que me hace olvidarlo.

Cuando nosotros entonces hablamos de oración, hablamos de oración interna que da unidad psicológica y que se refiere a aquello que tiene que ver con la vida cotidiana.

(Silo 1974)

Agradecimiento y Pedido

Cuando encuentres una gran fuerza, alegría y bondad en tu corazón, o cuando te sientas libre y sin contradicciones, inmediatamente agradece en tu interior. Cuando te suceda lo contrario pide con fe y aquel agradecimiento que acumulaste volverá convertido y ampliado en beneficio.”

(La Mirada Interna)

Pedido Breve


Breve pedido  
El Pedido es una actitud transformadora y un procedimiento con el que podemos clarificar nuestras necesidades y concentrar la energía en la consecución de nuestras aspiraciones. Obviamente que “mis necesidades” no están sólo reservadas para mi propia situación personal, sino para mi “mundo” también, que incluye a mis seres queridos y otros, todos aquellos cuya presencia existe dentro de mí y que contribuyen a la conformación de mi mundo interno.
Hay muchos casos en Ceremonias - Experiencias donde pedimos explícitamente, como en la de Bienestar, Protección, Oficio, Imposición, y también otras Ceremonias donde están implícitos nuestros mejores deseos para el logro de las aspiraciones de otros, como en las de Asistencia, Matrimonio y Muerte.
El Pedido implica dos momentos, uno en el que meditamos sobre lo que necesitamos realmente y el otro donde solicitamos su cumplimiento.

Acerca del Pedido en el Oficio



Acerca del Pedido en el Oficio

En la ceremonia - experiencia del Oficio se dice al final: “Con esta Fuerza que hemos recibido, concentremos la mente en el cumplimiento de aquello que necesitamos realmente”, y lo que hacemos es imaginar la situación positiva que necesitamos, nos concentramos en ella y la acompañamos con la emoción que esa imagen nos produce. Hacemos esto durante unos pocos minutos, y con este tono alto concluye la experiencia, deseándonos mutuamente Paz, Fuerza y Alegría.

Ese pedido es un trabajo de comunicación con uno mismo, con la aspiración de que es en el trasfondo de uno mismo donde vamos a encontrar lo que buscamos, una actitud que no tiene nada que ver con la actitud de mendigo o de suplicante.
Lo primero entonces, que ya viene favorecido por el relax y el contacto con la Fuerza, es sentir un estado de armonía que se expresa como un mayor silencio interno. Al comenzar el pedido, profundizamos en nosotros mismos sin prestar atención a las imágenes distractivas que pudiesen aparecer, focalizándonos crecientemente en nuestra necesidad. Concentramos la mente en la imagen de aquello que realmente necesitamos. A mayor contacto con uno mismo, mayor es la fuerza del pedido.

Pedimos lo que necesitamos, no lo que caprichosamente se nos ocurra. Se pide por lo que se necesita para uno, para otros o para todos, según la ocasión. El pedido es como si uno se exigiese a sí mismo, hay una exigencia por necesidad.
Esta es la clave de la eficacia del pedido: la necesidad y la fuerza que se ha reunido para pedir a la profundidad de uno mismo. Así se logra desencadenar luego una acción externa.
El pedido conjunto tiene una imagen y un tono afectivo asociado a esa imagen, esto produce una resonancia con otros y con posterioridad a la experiencia, una actitud motriz dirigida al cumplimiento de las tareas necesarias.
Este pedir aclarando realmente lo que necesitamos, nos sintoniza y ayuda a alcanzar aquello que necesitamos para nosotros y para otros.